Hábitos religiosos y culturales
La sociedad española es, en gran parte cristiana, es decir creyente. Es cierto que algunos no lo son por sus motivos, pero hay ciertos colectivos que sí.
Una de las costumbres más arraigadas a nuestra cultura es la comunión puesto que se trata de una ceremonia que en algunos casos es ya tradicional y/o familiar.
La comunión es un ritual que se celebra cuando el niño o niña está en una edad entre los 7 y los 12 años. Para llevar a cabo esta celebración previamente se deben realizar una serie de preparatorias donde se instruye a los pequeños en la religión cristiana.
Se trata de un ritual bastante importante y además muy interesante puesto que en el día de la celebración reciben detalles de comunión los más pequeños, es decir, regalos. Se trata de un momento muy especial y por ello, son importantes los preparativos y la logística para evitar sorpresas.
Hacia el siglo XX fue cuando se inició la gestación de esta celebración que ha sido muy y muy importante en nuestra sociedad y que aun sigue siéndolo pero no con tanta potencia como unas décadas atrás.
La religión cristiana tiene un gran peso en la cultura y la sociedad española aunque muchos quieran negarlo y ello se evidencia en las múltiples festividades que se celebran en distintas ciudades y comunidades, como por ejemplo la Semana Santa.
Es cierto que en estos últimos años el escepticismo ante la religión ha crecido y muchos no creen ni tienen fe y eso se debe respetar, pero también se debe respetar a aquellos que sí creen en Dios o en otras religiones. El respeto mutuo debe imperar siempre.
En la actualidad, la comunión es un acto de fe que se realiza en una edad crucial para los niños y donde ellos son los protagonistas. Muchas familias adoptan este ritual traspasándolo de generación en generación.
Lo que está claro es que las comuniones son celebraciones que, a pesar de las adversativas relacionadas con la fe, siguen al pie del cañón –aunque no con la misma potencia que hace unas décadas-. Sin embargo, es evidente que para muchos se trata de una tradición indispensable.
Para poder lograr que el día y el momento de la ceremonia sean mágicos, especiales e inolvidables es importante cuidar los preparativos al detalle y tener en cuenta cómo funciona todo para evitar que la incertidumbre y la duda nos acechen. La planificación es totalmente imprescindible puesto que hay ciertos protocolos que se deben respetar.
La comunión es un proceso, un ritual, de gran relevancia para aquellos que lo celebran y por ello debemos ser conscientes de la magnificencia de este tipo de eventos. Se trata de un enlace del niño o niña con la fe, con la religión cristiana, y por ello es uno de los momentos más relevantes de su vida religiosa. Se trata de una ceremonia totalmente arraigada a nuestra cultura y sociedad. Es un momento donde se vincula el alma del niño o la niña con Dios.