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La importancia del calzado laboral adecuado

A la hora de cumplir con las diferentes tareas en el entorno laboral, es fundamental contar con el uniforme adecuado. Uno de los componentes más importantes del uniforme es el calzado laboral, como los zuecos de cocina antideslizantes,  ya que tienen un impacto significativo en la salud del cuerpo.

¿Por qué es importante el uso del calzado laboral?

El uso de un calzado de seguridad inadecuado puede afectar directamente en la salud y rendimiento laboral, especialmente en los pies, piernas y espalda.

El dolor en estas zonas es una dolencia común en trabajadores que realizan tareas en mala postura durante muchas horas al día, por lo que es fundamental seleccionar el calzado adecuado para prevenir estas dolencias.

En este sentido, es importante tener en cuenta que existen disposiciones mínimas de seguridad y salud relativas a la utilización de equipos de protección individual, entre ellos, el calzado de seguridad.

La Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales, establece la obligación de proteger la salud de los trabajadores frente a los riesgos derivados de las condiciones de trabajo.

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Por ello, elegir un calzado de seguridad adecuado no solo previene enfermedades, sino que también garantiza el cumplimiento de la normativa de seguridad y salud en el trabajo. Recuerda que cuidar de la salud de tus pies, piernas y espalda es fundamental para un óptimo rendimiento laboral.

¿Qué caracteriza a un calzado laboral adecuado?

Para realizar una correcta selección de zapatos de seguridad, es fundamental tener en cuenta tres factores que te afectan de manera directa, el tiempo que debe trabajar con el equipo de protección individual (EPI), el lugar de trabajo y las características físicas del propio individuo.

Estos aspectos son relevantes independientemente de los requisitos especiales que puedan necesitarse debido a la actividad en concreto, como fundición o soldadura, por ejemplo.

Es importante conocer los elementos y características que definen un zapato de seguridad adecuado para realizar una selección correcta. De esta manera, puedes adaptar el calzado a las condiciones de trabajo, tanto físicas como temporales, y a tus propias características.

1.      Amortiguación

La amortiguación es un factor clave en el calzado de seguridad, ya que garantiza la comodidad y previene posibles lesiones. La normativa exige la “absorción de energía en el talón (E)” como requisito para el calzado de seguridad de categorías S1 hasta S5, lo que asegura el confort en la zona del pie. Sin embargo, una correcta amortiguación no depende solo de este aspecto.

Es importante tener en cuenta que no todas las personas tienen el mismo peso y, por tanto, aplican diferente energía en el punto de impacto. Además, no todos pisan de la misma manera. Por lo tanto, aunque el talón es un punto crítico en este aspecto, el resto del pie también debe estar adecuadamente amortiguado para garantizar la máxima comodidad.

A la hora de seleccionar un calzado de seguridad, debemos asegurarnos de que la amortiguación sea adecuada para tu peso, pisada y condiciones de trabajo.

2.      Permeabilidad

La normativa establece requisitos básicos en cuanto a la permeabilidad y el coeficiente de vapor de agua en el empeine y forro del calzado de seguridad.

Esto significa que se evalúa la capacidad del material para evacuar la humedad y el sudor del pie, lo que resulta fundamental para garantizar la comodidad y la salud de quien lo utiliza.

Sin embargo, no todos los materiales son iguales en este aspecto y algunos pueden provocar problemas en el personal, especialmente en aquellos que sufren de hiperhidrosis, una producción excesiva de sudor que afecta a pies y manos y que puede causar sensación de frío constante, problemas de adherencia o la proliferación de hongos y bacterias, por ejemplo.

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Por ello, es importante prestar atención a la elección de los materiales en el forro y en el exterior del calzado, evitando aquellos que no sean transpirables como determinadas calidades de pieles o algunos sintéticos de baja calidad.

Además, al elegir un calzado de seguridad con buena capacidad de evacuación de humedad, se contribuye a mantener un ambiente de trabajo más saludable y cómodo para el personal.

3.      Puntera de seguridad

La puntera de seguridad es un elemento clave en la ergonomía del calzado de seguridad, y su elección puede afectar significativamente la comodidad. Las punteras metálicas de acero, que fueron las más comunes, se utilizan cada vez menos debido a las innovaciones en el campo de la seguridad laboral.

Actualmente, muchos modelos incluyen punteras y plantillas no metálicas fabricadas con materiales compuestos o fibra de vidrio.

Los materiales compuestos son una combinación de al menos dos materiales cohesionados que forman un nuevo material, que cuenta con propiedades diferentes a los componentes individuales.

Las punteras de material compuesto son más flexibles, ligeras y aíslan mejor el calor que las de acero, lo que proporciona una mayor comodidad. Además, al no contener piezas metálicas, el calzado es más resistente a la corrosión, lo que lo hace más duradero.

4.      Antideslizante

La prevención del riesgo por deslizamiento es esencial en ciertos sectores industriales, y para ello existen pruebas que establecen un coeficiente específico para cada situación, incluyendo deslizamiento en pisos de acero o cerámica y con lubricantes específicos.

Sin embargo, estos ensayos solo garantizan ciertos mínimos de antideslizamiento y no aseguran que resuelvan el problema concreto que pueda existir en una empresa.

Por ello, es importante considerar materiales como el TPU (Poliuretano Termoplástico) o el caucho natural, que son altamente resistentes al deslizamiento y pueden proporcionar una solución adecuada para evitar este tipo de riesgos laborales.